"Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende..." (Eduardo Galeano)
Si somos fuegos yo quiero ser fuego sereno que me ilumine a mí mismo y luego a los demás. No ser más visible que una estrella lejana en la noche, pero encenderme como hoguera para mis amigos y quien me necesite.
Ser lumbre tan tenue como para poder ver y entender todos los fuegos que me circundan, tan fulgurante como para poder decir: estoy aquí.
Tan débil que no encandile pero tan brillante que pueda guiar.
Ser tan tibio que no queme, pero tan ardiente que ame sin reparos.
Ser de llama tan informe que a todo me amoldare. Ser fuego tan azul como el mar y como el cielo, y tan rojo como los pecados del infierno, si me vale.
Ser incendio que arrasa la desesperanza, ser fuego de hogar que apacigua, da paz y da calma.
Quisiera ser fuego de llamaradas tan altas para alcanzar el corazón que quiero, y brasas tan rojas y ardientes para contenerlo.
Ser fuego inextinguible ante los tiempos y ante la miseria, fuego que no apague el agua, pero que se haga casi extinta ceniza luego de combatir sus llamas en mi cama.
Invisible como ciertas llamas, insondable como un Sol en la mañana, inasible como todo fuego, libre como toda llama.
Ser alma de fuego con fuego en el alma, no rendirme nunca como un incendio de campo en un mediodía de verano.
¡Ser ímpetu, furia, el volcán y su lava, ser la Tierra y ser su magma!
¡Ser el fuego eterno, encender la tierra, evaporar los mares, calcinar las gravas!
Y en una mañana, con luz y con calma,
apagarme lento, tranquilo, sereno, en bonanza
Y en una mañana,
en esa mañana, yacer bajo el agua...
Sergio W
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1 huevos dejados:
¡Ayy,qué preciosidad! La fuerza vital fluye y traspasa las palabras.
Es como si una ráfaga de sol hubiera dorado todo, lo hubiera transformado todo.
Me llevo estas letras prendidas en el pecho para llenarme de tu LUZ y después vertirme.
Es un texto vibrante como el latido de un corazón dedicado a la poesía...
¡Te Quiero! y me pongo en puntillas de pie para dejarte un beso azul envuelto en papel de sonrisa :-)
Mariana
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"...y me encontré a mitad del tiempo sobrevolando los cielos y el infierno"
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