Necesito un perdón, una mirada,
un cuento, una flor,
unos ojos llenos de amor
un no decirte nada
Un "no te soporto más"
pero igual, Papá, te extrañaba
decime: ¿ por qué estás triste ?
contame: ¿ qué pensaste en la semana ?
- Redención necesito de la vida
alivio al peso que siempre llevé,
Algún día, confío, descansaré
y podré llenar de paz el alma mía
Por esta senda difícil es andar
donde mora la adversidad, la incomprensión
¡ Y qué triste es llevar el corazón
vaciado de su retoño vertebral !
Necesito un brazo, una costilla,
un alma, la razón, mi pantorrilla,
mis ojos, mis oídos, mi pulmón
¡ quiero que me devuelvan Yá mi corazón !
¿ Dónde está mi ángel, mi querubín
la carnecita que en mi pecho dormía ?
¿ Dónde se fueron esas melodías
el día que cruzaste mi jardín ?
Sé que un día perdonarás quien sabe qué
pero no nos sirve, será tarde
¿ acaso puede el sol de la mañana
besar la estrella de la madrugada ?
No me angustio por mí sino por ti
porque quiero el mismo universo darte
y los días, mi vida y amor regalarte
No fuera que un día
funesto. Sombrío. Lóbrego.
Ya tarde.
Sobre mi mármol frío te acuerdes de mí.
Vivo aquí. Papá.
Sergio W
Calor Rentado
Atravieso solitario el boulevard
arrastrando dos yunques con las piernas
pocas cosas quedan que sean tiernas
en este invierno helado y fantasmal
Y vi tus ojos negros sin dudar
en esa esquina oscura ribereña
buscaba un solo instante y fuiste eterna
en mi lecho solitario de pecar
Te enamoraste de mí como un mendigo
de amor. Te devolví alguna moneda
por una hora fui tu miel y abrigo
¡ Qué viejo oficio tan de perla y seda !
por cierto todavía no te olvido
dulce niña de aquella vereda
Sergio W
arrastrando dos yunques con las piernas
pocas cosas quedan que sean tiernas
en este invierno helado y fantasmal
Y vi tus ojos negros sin dudar
en esa esquina oscura ribereña
buscaba un solo instante y fuiste eterna
en mi lecho solitario de pecar
Te enamoraste de mí como un mendigo
de amor. Te devolví alguna moneda
por una hora fui tu miel y abrigo
¡ Qué viejo oficio tan de perla y seda !
por cierto todavía no te olvido
dulce niña de aquella vereda
Sergio W
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