Del cielo azul y profundo
una nube se cayó
y luego los niños oyeron
un espumoso temblor
Felicísimos jugaron
y saltaron sobre ella
hasta que la fina tela
rasgada pronto se halló
De pronto soltó la nube
un soplo de satisfacción,
es que cual globo rechoncho
se hallaba su corazón
Mientras iba adelgazando
agradecida cantó
a los tiernos querubines
caídos en su interior
¡Gracias niños salvadores!
mi pena habéis aliviado,
y dolores de soledad
al instante han acabado
Ahora por siempre seré
vuestra blanca y suave cuna,
¡nana fina y delicada
como yo no habrá ninguna!
Sergio W
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1 huevos dejados:
Hermosa !
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"...y me encontré a mitad del tiempo sobrevolando los cielos y el infierno"
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