El Águila Azul
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Life


If I had my life to live over, I'd dare to make more mistakes next time. I'd relax. I would limber up. I would take fewer things seriously. I would take more chances. I would climb more mountains and swim more rivers. I would eat more ice cream and no so many beans. I would perhaps have more actual troubles, but I'd have fewer imaginary ones.
You see, I'm one of those people who live sensibly and sanely hour after hour, day after day. Oh, I've had my moments, and if I had it to do over again, I'd have more of them. In fact, I'd try to have nothing else. Just moments, one after another, instead of living so many years ahead of each day. I've been one of those persons who never go anywhere without a thermometer, a hot water bottle, a raincoat and a parachute. If I had to do it again, I would travel lighter than I have.
If I had my life to live over, I would go barefoot earlier in the spring and stay that way later in the fall. I would go to more dances. I would ride more merry-go-rounds. I would pick more daisies.
(Supuestamente) J. L. Borges

La viveza, entre la inteligencia y la estupidez

Frente a un problema concreto, la reacción mental del hombre inteligente es dinámica: buscará el camino de la solución, a menudo a través de exploraciones, de asedios desde distintos flancos, de razonamientos abandonados en un punto y recomenzados en otro, hasta encontrar la salida.
En latín, salida se dice exitus, que los ingleses tradujeron por exit. La inteligencia conduce al éxito.
Ese mismo idioma, madre del nuestro, cuyo estudio hoy les parece superfluo a algunas autoridades universitarias, tiene un verbo, stupere, que significa quedarse quieto, inmóvil, paralizado y, en sentido traslaticio, mentalmente detenido como delante de un cartel que dijera stop.

Propiedades del Triste

En este elogio filosófico se argumenta que, a diferencia de la melancolía, la tristeza muchas veces fortalece y adecenta. Atributo de eminente lucidez, ese estado de ánimo tiene como actividad preeminente la contemplación y como una de sus características el estoicismo

I

Hay por lo menos dos acepciones del triste. Una que lo da como abatido, hace de él un derrotado a manos de su pesar. La otra, en cambio, no lo reduce al motivo de su desdicha. Sin dejar de consignarlo como un alma en la que el dolor ha impreso su huella, esta segunda acepción decreta que el triste, a diferencia del melancólico, no ha sido aniquilado por su pena. Digamos, pues, que si bien se trata de un náufrago, no se trata de un ahogado.
 

A Vuelo de Águila

La consciencia es un espasmo del caos.